Los textos literarios tienen la finalidad de recrear al lector; en ellos predomina la función poética del lenguaje, en donde se mezcla la creatividad y la ficción. Para la composición de textos literarios se emplean figuras literarias, como la metáfora y comparación, y recursos discursivos, como la argumentación y exposición.
La novela y el cuento son textos que pertenecen al género narrativo y se escriben en prosa. Ambos subgéneros tienen la finalidad de contar historias por medio de diferentes elementos narrativos como el narrador, los personajes, las acciones, el tiempo y el espacio narrativo.
La poesía es un texto literario que pertenece al género lírico. En la Grecia clásica los poemas se recitaban acompañados de un instrumento llamado lira, es por eso el nombre del género. Su estructura está determinada por el verso; aunque en la literatura moderna se emplea la prosa poética que mezcla el género lírico con el narrativo, y fue propuesto por el francés Baudelaire.
Las figuras literarias, también conocidas como tropos o figuras retóricas, son aquellos elementos que permiten que el texto dé un giro notorio a través del embellecimiento de las palabras; por lo que, altera el sentido normal del empleo del idioma. Las figuras literarias tienen el objetivo de persuadir; pues, es parte del discurso elaborado de los textos literarios.
El texto no literario, a diferencia de los literarios, centra su objetivo únicamente en transmitir información oficial y verídica.
Las categorías gramaticales son aquellos tipos de palabras que existen en una lengua. Hay dos grandes grupos de categorías gramáticas: categorías variables y categorías invariables.
Califica al sustantivo, por lo que siempre irá junto a dicha palabra, con el objetivo de complementar información del sustantivo.
El adjetivo se coloca antes o después del sustantivo, concordando en número, género y persona.
El verbo es aquella categoría gramatical variable que indica acción (correr, jugar, llegar), estado (permanecer, estar) y proceso (crecer, madurar) del sustantivo; por lo que es la parte más importante de una oración.
Son categorías gramaticales variables que tienen el objetivo de sustituir al sustantivo, o a un grupo nominal; pues, cumple la misma función.
Las categorías gramaticales invariables son aquellas que no sufren ningún cambio en su forma ni en su sentido, como en el caso de la interjección. Entre estas se encuentran: el adverbio, la conjunción la preposición y la interjección.
El español, también llamado castellano, es una lengua romance originaria del latín vulgar, además de recibir herencia del mozárabe. Es la lengua oficial en al menos un país en los cinco continentes; así pues, en Europa, España tiene como lengua nativa y oficial el español; en América, la mayoría de los países de América Latina; en África, Marruecos y Guinea Ecuatorial; en Asia, Filipinas, y en Oceanía, La Isla de Pascua, convirtiéndose así en la tercera lengua más hablada en el mundo, luego del chino mandarín y el inglés.
Cuando una lengua varía dependiendo de la zona geográfica, sociocultural y contextual sucede un fenómeno llamado variación lingüística. En el español es evidente la diversidad en el empleo de la lengua. Existen cuatro tipos de variaciones que se las revisarán a continuación.
Cuando se habla de fenómenos semánticos se habla de la relación que se establece entre los términos o palabras con su significado. Los fenómenos semánticos son: polisemia, homonimia, sinonimia y antonimia. En un apartado anterior ya se revisó la homonimia; por lo que, a continuación se revisará el resto.
Los neologismos son palabras que tradicionalmente no existían en una lengua; pero, se fueron incorporando debido al uso y las necesidades de los usuarios de dicha lengua.
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